Yo soy hipersensible.
Me confieso ser un ser muy sensible, la verdad es que mucho de lo que pasa en mi entorno me afecta; el clima, el mal humor de alguien, los berrinches de mi hijo, la luna, los eclipses, las noticias, los videos impactantes que comparten en Facebook, prácticamente todo me afecta, y si además logran tocar un punto susceptible en mí, algunas de estas cosas me pueden hacer hasta llorar y mantenerme mal emocionalmente por varios días. De hecho hoy me he sentido triste y preocupada por mi amiga Fer, que vive lejos y que no la está pasando muy bien últimamente, escucho los audios que me manda por whatsapp y cuando termino de escuchar, me pongo a llorar con ella, a pesar de la distancia y de la diferencia de horarios, y este sentimiento de angustia me puede durar varios días. Por eso, hoy hago una introspección sobre ¿ cómo sobrevivir si eres hipersensible ?, porque la realidad es que si he encontrado herramientas que me ayudan a dejar de engancharme con todo o por lo menos a salir del drama más rápido.
Alguna vez, una amiga y coach que tengo, (por cierto les recomiendo mucho que la lean y la sigan – Instagram y Web) me dijo que lo que pasa es que soy «over-empath», no sé si es un término que se inventó pero en español remite a que soy muuuy empática; soy como esponjita, absorbo los sentimientos de los demás, su problemas los compro como míos, me siento muy agotada después de estar con mucha gente, y cambia mi humor de acuerdo a la energía de las personas con las que estuve.
Si esto que te cuento te suena familiar, aquí te dejo 5 señales muy claras que yo he detectado para saber si eres «overempath» e hipersensible como yo:
5 señales para saber si eres hipersensible:
1.- Los viajes, aunque sean de fin de semana a un pueblo cerca, cambian tu vida.
Yo cada que viajo regreso siento otra, aunque me vaya un fin de semana a Acapulco, regreso reformada, renovada y queriéndome quedar a vivir en la playa. Regreso físicamente, pero me toma varios días regresar a nivel presencial y emocional, me siento triste los primeros días, extraño el mar y regresar a mi rutina habitual me cuesta trabajo.
No se pueden imaginar lo que fue para mi regresar de la India, parte de esa experiencia la comparto en este artículo que escribí y que habla de esa etapa de mi vida, aquí se los dejo. Puedo decirles que me tomó 6 meses terminar de regresar, cosa que no le pasaba a los demás que habían ido conmigo, los olores me seguían, cerraba los ojos y veía caras de personas, de mis maestros, veía constantemente en mis sueños los pasillos del ashram. Definitivo había dejado muchos cachitos de mi alma allá y recuperarlos todos me tomó meses, terapias y mucho trabajo interno, y es que me había cosido a la India, a su gente, a sus sabores, olores, imágenes, me cosí a las personas y sus almas, me cosí a las meditaciones, a los maestros, a las vacas que rumeaban cartones por la calle, me cosí a los monos, al incienso, a todo, y descoserme me dolió mucho, porque soy hipersensible y cuando me coso algo, me lo coso al corazón.
2.- Tratas constantemente de sanar el dolor de otros.
Híjole, este es mi punto más débil en la vida, no puedo escuchar o saber que alguien sufre o la pasa mal sin que mi cabeza empiece a pensar cómo poder sanar su dolor. A veces ni termino de escuchar lo que me están diciendo cuando yo ya estoy pensando en qué terapia recomendarle, con quién mandarlo, qué meditación le funcionaría, cómo es que en ese momento puedo quitarle eso que siente. Y lo peor de todo es que logro sentir su dolor, me meto en su vida, como si fuera mía y siento tan profundo lo que siente, que quiero sanarlo lo antes posible.
Por eso es que hace poco hice una cadena de meditación por los niños secuestrados en la frontera de Estados Unidos, porque sentí el dolor de sus papás como míos, logré extrañar a mi hijo aunque estaba en la habitación de al lado, vi las caritas de desesperación de los bebés, como si yo estuviera ahí viviéndolo en carne propia, y mi única manera de pensar que podía sanar su dolor era meditando por ellos. Y esto no está padre, no es algo que me guste de mí, porque cuando no logro nivelarlo sufro de más, porque a veces el dolor me paraliza y porque a veces me pierdo en el dolor y este dolor me nubla.
3.- La gente se convierte en vampiros energéticos a tu lado.
El punto anterior me lleva a este. Y es que cuando empatizas demasiado con el otro y lo demuestras, hay gente que te agarra como su consejero personal y te busca para contarte todos sus dramas, para llorar contigo, para que lo sanes una y otra vez, y a estas personas se les conoce como vampiros energéticos, literalmente te drenan, te absorben y se vuelve algo enfermizo.
Yo tengo varios en mi vida, y he tenido que irlos soltando para que ellos también encuentren su forma de auto-sanarse y salir adelante confiando en su propia capacidad, fuerza y valor propio. Hay que dejarlos ir, sin pena y sin culpa, te lo recomiendo mucho.
4.- Te sientes drenado ante multitudes.
Por ejemplo después de hablar en público, después de una reunión con amigos, saliendo de una junta de trabajo, sientes que te mueres del cansancio, que no das más, chance hasta estás enojado, triste y frustrado sin razón, esto quiere decir que estás cargado con energía que no es tuya.
A mi me pasa a veces cuando termino de dar una clase de yoga y meditación, cuando es ante mucha gente me siento devastada, como si tuviera que dormir 2 días seguidos para recuperarme, me pasaba mucho cuando hacía sanaciones pránicas y también me pasa cuando salgo del teatro, siento que salgo cargando la historia de la obra y los personajes y de todos los que estuvieron en las butacas alrededor mío.
5.- Revives el pasado muchas veces.
Recientemente he estado más al tanto de la astrología, y es que mi mejor amiga, Diana Sardas, me mantiene al tanto de todas las lunas, los planetas retrógrados, los eclipses y demás sucesos, y lo que ahora sé es que a veces pasan años para que se vuelva a repetir cierto hecho astrológico como algún eclipse en cierto signo y demás, y casi siempre, cuando se repite lo que pasó hace años a nivel astros, yo revivo algo que pasó en ese momento, regreso a ser como era en ese entonces, revivo emociones o sentimientos que no había sanado o trabajado, y llegan así de la nada, con esa luna nueva, llena o con lo que sea que suceda afuera que me regresan al pasado, y lo vuelvo a llorar como en esos años, o me vuelvo a enojar igual. Estoy tan conectada con todo lo que me ha pasado en la vida que no es que no olvide, sino que lo traigo conmigo, en mi equipaje diario, y muchas cosas me hacen regresar a él y lo vuelvo a vivir.
¿ Cómo sobrevivir si eres hipersensible ?
Si te identificaste con dos o más de los puntos anteriores, ya lo sabes, eres un overempath / hipersensible hecho y derecho, bienvenido al club, me encanta saber que no soy la única y que no estoy sola en esto jaja, tu tampoco lo estás.
Pues no te preocupes, a mi me gusta la mayor parte de lo que implica serlo, me hace ser alguien muy consciente, abierta, amorosa y expresiva, siento que aporto al mundo, pero también sé que a veces me lastimo, sufro más de la cuenta y que cuando me voy al extremo, sigo aportando pero quitándome a mi y ya ahí es cuando las cosas ya no están bien.
Por eso te comparto cosas que yo hago para nivelar mi nivel de hipersensibilidad, para seguir sanando pero sin lastimarme a mí.
1.- Protégete. Usa la herramienta de agua con sal, suena un poco esotérico pero funciona. Yo me hago muchos bañitos de agua con sal de mar después de estar con algún vampiro de energía, después de estar rodeada de multitudes o cuando regreso de un viaje que me marcó de más. Puedes hacerlo en una tina o en la regadera tener un recipiente con agua y sal de mar y pasarla por encima de tu cuerpo. La sal es purificadora y sanadora, se llevará toda la energía que no es tuya.
2.- Pasa tiempo solo. A los hipersensibles nos encanta estar solos. Usa este tiempo para conectar con lo que a ti te importa, escribe, medita, encuentra lo que te ayuda a conectar y hacer una introspección, para que puedas vibrar constantemente con tu propia energía, con tus dolores, tus problemas, y saber identificar qué de lo que sientes es tuyo y que es de otro.
3.- Huye cuando es necesario. Aléjate de los narcisistas, de los vampiros energéticos, de los que se quejan y no avanzan, de todos esos que sabes que te quitan cuando los escuchas, que ya hasta te cuesta ayudarlos. Te tengo noticias; por más que intentes, no podrás hacer nada por ellos, lo mejor que puedes hacer es dejarlos ir amorosamente y enfocar esa energía en alguien más.
4.- Usa tu hipersensibilidad a tu favor. Yo por ejemplo, escribo. Identificarme con el dolor de otros me ayuda a expresar lo que siento y lo que sienten otros, y creo que con mi blog puedo hacer que otros se identifiquen también y hagan cambios en su vida para sentirse más felices. Encuentra eso que puedes hacer para aprovechar este don que tienes; dedica tiempo para ir a alguna institución a ayudar (recuerda tu baño de agua con sal al salir), haz algún tipo de voluntariado, estudia algún tipo de terapia, cualquier cosa que aporte al mundo desde tu corazón hipersensible.
5.– Sentir está muy bien, sufrir no. Permítete sentir al máximo, está en tu naturaleza, pero no te permitas sufrir, o por lo menos no por lo que les pasa a otros. El sufrimiento es opcional y viene de la mente, de las historias que nos hacemos, en mi caso, de imaginar con pelos y señales a los niños extrañando a sus papás en la frontera, en extrañar a mi amigo Jonathan que conocí en la India y que no he visto hace años mientras imagino lo que podríamos estar haciendo juntos, haciéndome historias de lo que podía estar haciendo en la India, de la habitación que dejé y de mis momentos en el Ganges. Creándome historias cada luna en Géminis (mi papá era Géminis y murió hace casi 3 años) de mi papá con mi hijo corriendo por el jardín y añorando con todo mi corazón momentos que no pasaron ni pasarán. Sentir está increíble, yo soy adicta a sentir, y puedo sentir el dolor de alguien más, pero algo que no he dicho, es que también se puede sentir la felicidad, la dicha, la emoción de alguien más, y eso me hace sentir que vivo más, que soy un cuerpo sí, pero que mi alma viaja a través de todos y que en un día puedo tener mil emociones a la vez, el chiste y la clave está en aprender con qué emociones me quiero quedar y con cuáles no y sobretodo qué hacer con esas emociones.
En este momento, puedo conectarme con tu emoción, créemelo, y si puedes conectarte con lo que estoy sintiendo en este momento, te declaro un overempath oficialmente y te felicito, eres un chingón, porque sobrevivir a eso, no siempre es fácil, pero lograrlo te vuelve especial.
Si reconociste esta característica en ti, me encantaría que me dejaras un comentario, para saber cuántos cómo yo existen allá afuera, puedes dejar una carita, un corazón o lo que quieras, y así virtualmente formaremos una comunidad unida de «over-empaths».
Con amor, y mucha intensidad de emociones,
Sus.